Tercera ocasión que el Tour de Francia visita la ciudad de Laruns como final de etapa, cuarta teniendo en cuenta que estrenó esa condición en la prueba femenina de la Grande Boucle en 1999, con triunfo para la lituana Diana Ziliuté. Este rincón de los Pirineos franceses fronterizos con Aragón ha sido más habitual como sitio de paso de la carrera, especialmente por tratarse del lugar que marca el inicio de un emblemático puerto como el Col d’Aubisque.
Este 2023, Laruns vuelve a acoger una meta tras las dos victorias eslovenas anteriores: Primož Roglič en 2018, tras atacar precisamente en el descenso del Aubisque, y Tadej Pogačar en 2020. Siempre que la carrera ha concluido en esta pequeña localidad de Aquitania se ha convertido en una batalla entre los implicados en la general. Esa peculiaridad podría repetirse en este anticipado recorrido del Tour a través de los Pirineos, que se presume como el primer test montañoso para los favoritos.
Hora de salida: 13:05h / Hora prevista de llegada: 17:30h
Recorrido de la 5ª etapa: Pau - Laruns (162,7 km)
La quinta jornada es prácticamente idéntica a la novena etapa del Tour de Francia 2020 en la que Tadej Pogačar estrenó su palmarés en la ronda gala. La diferencia respecto a aquella ocasión será el ascenso al Col de Soudet, que en este caso se realiza por la vertiente del Col de Suscousse en vez de hacerlo a través del duro Col de la Hourcère. Los primeros 70 kilómetros desde Pau tendrán una tendencia llana en la aproximación hacia la cordillera pirenaica. Tras ese inicio en que la tensión será elevada hasta el esprint intermedio de Lanne-en-Barétous, la llegada a Sainte-Engrâce marca el comienzo del primer puerto Hors Catégorie en esta edición del Tour.
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La subida al Col de Soudet supone un esfuerzo cercano a los 50 minutos para superar los 15 kilómetros de ascensión con una media ligeramente superior al 7%. Se trata de un puerto irregular que entrelaza zonas con porcentajes que rondan el 5% con fases que se mantienen entre el 11-12%, especialmente en su parte central y los últimos 6 kilómetros. Su distancia hasta la meta reduce su incidencia en la etapa, más allá de mellar las fuerzas de los ciclistas. El descenso, técnico en su inicio, y un pequeño tramo de valle conduce hacia el Col d’Ichère (4,2 km al 7%) y de forma casi encadenada al Col de Marie Blanque.
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Este ascenso, que se corona a falta de 18 kilómetros para el final, presenta 7,7 kilómetros a una media del 8,6%. Es un puerto que va in crescendo, pues tras un comienzo relativamente “suave” en torno al 6%, los últimos 4,5 km acumula una media superior al 10% y máximas que en algún punto alcanzan hasta el 13%. Tendrá el incentivo de la bonificación para los tres primeros (de 8", 5" y 2") en la cima. Fue el lugar en el que en 2020 comenzaron las acometidas entre los favoritos a la general antes de afrontar un descenso estrecho, rápido y técnico entre la arboleda. Si consigue marcharse un pequeño grupo será complicado reducir la diferencia hasta Laruns en una parte final con una tendencia ligeramente ascendente.
Imagen de cabecera: Alex Broadway / SWPix