En el corazón de Italia, en las colinas de la Toscana —justo al sur de Florencia— se desarrolla la primera clásica World Tour del año en suelo italiano, la Strade Bianche. A través de un escenario repleto de pequeñas y exigentes cotas, los ciclistas disputarán la decimosexta edición masculina y la octava femenina de esta particular carrera el próximo sábado 5 de marzo, junto con la seña de identidad de la carrera: los tramos de sterrato.
Desde su creación en 2007 se ha ganado poco a poco el corazón de los aficionados, convirtiéndose en una candidata firme a ascender al trono de los Monumentos si alcanzara un kilometraje superior. Por el momento, goza de un nivel de expectación digno de una de las grandes carreras del calendario, y no es para menos si tenemos en cuenta que se acumulan más de 3000 metros de desnivel positivo, a pesar de que hay pocas subidas que superen el kilómetro de longitud.
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Recorrido
La ciudad de Siena, de arquitectura gótica, volverá a ser el punto neurálgico de una de las carreras de mayor prestigio en los últimos años, la Strade Bianche. Tan solo un kilómetro separa la Fortezza Medicea, lugar de inicio de la carrera, de la Piazza del Campo, donde concluirá tras la exigente subida de Via Santa Caterina. Sin embargo, para unir ambos puntos se deberán afrontar un total de 184 km en la prueba masculina y 136 km en la femenina, a través de las colinas y las carreteras blancas características de la Toscana.
Perfil de la prueba masculina
Precisamente, los corredores se enfrentarán a once tramos de sterrato, ocho en el caso de las mujeres, completando cerca de 64 kilómetros sobre una grava lisa y suave, pero cuyo polvo suspendido en el ambiente deja postales con capacidad para hipnotizar. Los primeros kilómetros de la prueba —compartidos con la carrera femenina— estarán marcados por un terreno ondulado y sinuoso en el que comenzarán a testar sus impresiones en los tramos de tierra inaugurales hasta Montalcino, final de la undécima etapa del Giro 2021.
Perfil de la prueba femenina
La parte central, exclusiva de la prueba masculina, será en la que se afronten los sectores de sterrato más largos, algunos incluso por encima de los 12 kilómetros y en el que la dureza de las cotas comenzará a ser más exigente. La estrecha relación entre ambos recorridos hace que vayan compartiendo zonas como el sector de tierra hacia San Martino in Grania, con rampas por encima del 7,5%.
Al finalizar, de nuevo sus caminos se vuelven a separar y la prueba masculina se adentra en una sección de grava marcada por los constantes descensos y las pequeñas cotas que alcanzan porcentajes superiores al 10% a falta de 50 km para la línea de meta. La parte decisiva de las pruebas serán los últimos 40 kilómetros, en los que se suceden los tramos de sterrato finales en las inmediaciones de Siena. Entre ellos, destacan el de Colle Pinzuto, con rampas del 7,7%, y el de Le Tolfe, al 8,6%.
Perfil de los últimos 3 kilómetros
La temida Via Santa Caterina aguardará expectante para decidir al ganador y la ganadora. Un giro a la izquierda y otro a la derecha de forma consecutiva marcan el inicio de la estrecha rampa pavimentada de 700 metros al 9,1% de pendiente media. Uno de las zonas más reconocidas en el ciclismo moderno, con las casas y el público rodeando a los corredores, antes de afrontar los últimos 500 metros en descenso hacia la Piazza del Campo.
Favoritos
Las ausencias notables de Mathieu van der Poel, Wout van Aert o el propio Egan Bernal, tercero en 2021 y en rehabilitación tras su grave caída, podría allanar el camino a Julian Alaphilippe. El campeón del mundo, ganador de la Strade Bianche en 2019 y segundo en la edición anterior, comenzó el año con muy buenas prestaciones en el Tour de la Provence.
Lo cierto, es que el corredor del Quick Step-Alpha Vynil es uno de los grandes favoritos en una carrera cuyo recorrido y explosividad concuerdan con sus cualidades. Pero en la estructura de Patrick Lefevere tampoco hay que descartar la figura del suizo Mauro Schmid, ganador desde la fuga en la etapa con sterrato de la pasada edición del Giro de Italia.
Julian Alaphilippe en Via Santa Caterina / Fotografía: Strade Bianche
En su incansable crecimiento y versatilidad, Tadej Pogačar también busca escalar a lo más alto del podio en Siena. El esloveno, que finalizó en séptima posición en la pasada temporada, demostró que también sabe desenvolverse entre el sterrato. Su capacidad en las clásicas —con victoria en Lieja y Lombardía— está más que contrastada y no le tiembla el pulso a la hora de moverse lejos de la meta. El UAE Team Emirates, que ha arrancando el año pletórico, le ha arropado con ciclistas importantes como Diego Ulissi, Mikel Bjerg, Alessandro Covi o Marc Soler.
El bloque del conjunto Ineos-Grenadiers es uno de los más equilibrados, aunque contará con la sensible baja de última hora de Thomas Pidcock, quinto el año pasado, por problemas estomacales. El liderazgo recae, por tanto, en la figura de los ecuatorianos Richard Carapaz y Jonathan Narváez o la del granadino Carlos Rodríguez, que se estrena en el sterrato de la Toscana, después de ser una de las sensaciones del inicio de año.
Valverde celebra su triunfo en la tercera etapa de O Gran Camiño / Fotografía: Movistar Team
En el año de su retirada, Alejandro Valverde tratará de pelear por mejorar las dos terceras posiciones que logró en Siena en las temporadas 2014 y 2015. El murciano, que viene de cosechar la victoria en O Gran Camiño, buscará desenvolverse entre la juventud imperante para sumar uno de los pocos títulos que le faltan en su palmarés. El conjunto Movistar Team contará, además, con un Gonzalo Serrano que la temporada pasada fue uno de los encargados de dinamitar la carrera en los tramos de tierra.
El vasco Pello Bilbao podría dar la sorpresa en la batalla por los puestos de honor. El año pasado concluyó en el top-10 y este 2022 ya ha mostrado buena parte de su constancia, acabando en el podio en el UAE Tour. Estará acompañado de un Matej Mohoric que no hay que descartar, aunque nunca ha conseguido brillar en Strade Bianche.
La lista de aspirantes a la victoria la completan corredores como Tiesj Bennot (Jumbo-Visma), ganador en 2018; Tim Wellens (Lotto-Soudal), tercero en 2017; la dupla de AG2R Citroën, Greg Van Avermaet y Benoît Cosnefroy; Romain Bardet (Team DSM), segundo en 2018; Michael Gogl (Alpecin-Fenix), sexto en 2021; o las oportunidades de ciclistas como Lorenzo Rota (Intermarché-Wanty), Lennard Kämna e Ide Schelling (BORA-Hansgrohe) o Jakob Fulgsang (Israel-Premier Tech).
Favoritas
El conjunto SWorx es el más potente, aunque por el momento no ha conseguido demostrar esa superioridad. Demi Vollering concluyó en sexta posición la pasada edición y llega después de sucumbir ante Van Vleuten en Omloop. Junto a la neerlandesa estarán la belga Lotte Kopecky, quizá en una carrera que se adecúa a la perfección a sus características, y Chantal Van den Broek-Blaak, que defiende el título cosechado en 2021.
Chantal van den Broek-Blaak resistió durante la dureza de la rampa final en la edición de 2021 / Fotografía: SWPix
Sin duda, el equipo a batir, al menos en este comienzo de año, es el Movistar Team, especialmente con una Annemiek van Vleuten en un gran estado de forma. Tras sus dos victorias consecutivas en 2019 y 2020, la neerlandesa se tuvo que conformar con la cuarta plaza el año pasado. Parece dispuesta a seguir sumando triunfos a un impecable palmarés y su demostración en el Kapelmuur puede ser una señal de su potencial.
En esta ocasión, el Trek-Segafredo no presenta el equipo dominador de otras carreras, pero acudirá con sus dos representantes italianas. La campeona del mundo Elisa Balsamo se adecúa mejor a carreras con un perfil más llano, por lo que Elisa Longo Borghini parece la opción ganadora del equipo para el sterrato en Siena. Más aún, si tenemos en cuenta que consiguió la victoria en la Piazza del Campo en 2017 y suma un total de cuatro podios.
La neerlandesa Marianne Vos debutará este 2022 en ruta después de su flamante octavo título mundial de Ciclocross. La ciclista del Jumbo-Visma no ha conseguido brillar en la Strade Bianche, aunque nunca se puede descartar a una figura tan imponente en el ciclismo femenino. Algo similar ocurre con la polaca Katarzyna Niewiadoma (Canyon-SRAM), que subió al podio de manera consecutiva entre 2016 y 2019.
La balear Mavi García (UAE Team ADQ) fue segunda en la temporada 2020 y soñó con el triunfo a través de un ataque muy lejano. Por su parte, la danesa Cecilie Uttrup Ludwig y la italiana Marta Cavalli son las bazas del conjunto FDJ Nouvelle-Aquitaine Futuroscope, mientras que la veterana Amanda Spratt (Team BikeEchange) tratará de sorprender a las grandes favoritas a la victoria.
Imagen de cabecera: Strade Bianche
