La rivalidad entre Jonas Vingegaard y Tadej Pogačar marcó la narrativa del Tour de Francia del año pasado. Antes de la carrera resultaba complicado pensar que Vingegaard, que casi asumió el papel de líder de Jumbo Visma por casualidad, pudiera hacerle sombra al bicampeón de la ronda gala. Sin embargo, todo cambió cuando el introvertido ciclista danés terminó con casi tres minutos de ventaja sobre Pogačar en la cima del Col du Granon. Jonas Vingegaard se convirtió en uno de los pocos corredores capaz de plantarle cara al esloveno; y vencerle. Ese fue el origen de una nueva rivalidad.
A pesar de la intensidad competitiva, los dos corredores siempre han mostrado una relación respetuosa y, en cierto modo, amistosa. Una muestra de ello fue su deportivo apretón de manos en el descenso de la 18ª etapa del Tour, después de que ambos estuvieran apunto de irse al suelo. Tal vez ese respeto compartido se sostiene en saber que tienes un rival con un talento muy similar al tuyo, algo que les distingue del resto. En pocos días, en la edición de 2023 de la París-Niza, tanto Vingegaard como Pogačar volverán a cruzar sus caminos. Y será en el año en el que ambos debutan en la carrera francesa.
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Una historia de poco capítulos
La figura de Jonas Vingegaard era un tanto desconocida para el gran público hasta el Tour de Francia de 2021. En aquella edición de la carrera francesa, una fuerte caída obligó a Primož Roglič, principal adversario de su compatriota Pogačar, a abandonar como consecuencia de las magulladoras en el costado izquierdo de su cuerpo. En ese momento, el danés (entonces) de veinticuatro años, recogió su testigo, aunque sin expectativas ni presión por el maillot amarillo. Tadej Pogačar se impuso con autoridad, no cabe duda, pero Vingegaard se confirmó como un candidato serio a luchar por algo más que el podio en París. El ciclista de Jumbo-Visma concluyó segundo, forzó al esloveno en la etapa del Mont Ventoux y en la contrarreloj final acabó casi medio minuto por delante.
Se volvieron a ver las caras en el último Monumento del año, Il Lombardia. Tadej Pogačar proseguía con su ascenso meteórico, mientras que Vingegaard terminó a dos minutos en 14ª posición. Bien es cierto que, en este caso, el danés había desempeñado un papel de gregario para Roglič, que terminó en cuarta posición.
En 2022, la primera batalla —y única hasta el Tour— entre ambos fue en la Tirreno-Adriático. De nuevo, Pogačar se mostró intratable. En la cuarta jornada, el esloveno batió por poco a Vingegaard en Bellante, pero asestó un golpe definitivo en la sexta etapa camino de Carpegna. El ciclista de UAE Team Emirates sacó más de un minuto al corredor danés (y a todos los demás) en la subida final. Por tanto, los antecedentes al Tour de Francia apuntaban a un Pogačar dominante, refrendado durante la primera semana de carrera.
Sin embargo, una estrategia muy agresiva del conjunto Jumbo-Visma en el Col du Galibier, asestando ataques sin cesar, diluyó el potencial del esloveno en la ascensión al Col du Granon. Por primera vez Pogačar se mostraba humano. Llegó abatido a la cima de este coloso alpino con casi tres minutos de pérdida con respecto a Vingegaard. Pero no fue flor de un día, pues el danés mostró unas prestaciones inalcanzables en alta montaña. El carácter ambicioso de Pogačar y la facilidad para defenderse de Vingegaard nos regalaron la mejor edición del Tour de Francia de la última década.
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Tras el Tour de Francia el danés estuvo un tiempo alejado de la competición, mientras el esloveno continuaba su particular periplo en diferentes carreras. Fue el otoño italiano el que les volvió a reunir, aunque Vingegaard pareció quedarse anclado en París. Por segundo año consecutivo, Tadej Pogačar se hizo con la victoria en Il Lombardía, su tercer Monumento.
Inicio indomable de temporada
Este 2023, el enfoque en el inicio de la temporada de ambos ciclistas es muy similar, cambiando el calendario en comparación con el año pasado. En 2022, Vingegaard solo corrió en Faun-Ardèche y Drome Classic en Francia antes de afrontar la Tirreno-Adriático. Por su parte, Pogačar optó por el UAE Tour y Strade Bianche. Este año, los dos han decidido apostar por vueltas por etapas más cortas. El danés arrasó en O Gran Camiño, mientras que el esloveno hizo lo propio en la Vuelta a Andalucía. Además, Pogačar también dejó su sello sobre el sterrato en la clásica Jaén Paraíso Interior.
La París-Niza nos ofrecerá el escenario perfecto de un duelo anticipado por el maillot amarillo. La “Carrera hacia el Sol” es una de las pruebas históricas del calendario y ambos querrán incluirla en su palmarés. Pogačar no defenderá su corona en la Strade Bianche para seguir ampliando su repertorio de victorias, mientras que el Director Deportivo de Vingegaard, Frans Maassen, declaró al sitio web danés Feltet que la París-Niza era un "gran objetivo" para el equipo.
La importancia del bloque
¿Cuál puede ser un factor diferencial? Sin duda, la contrarreloj por equipos de la tercera jornada, de 32 kilómetros, puede marcar una pequeña diferencia. Teniendo en cuenta la capacidad de ambos para brillar en solitario, especialmente Pogačar, contar con una alineación fuerte en esta disciplina no será ni mucho definitivo, pero sí importante en la lucha por la clasificación general. En esa faceta, Jonas Vingegaard juega con cierta ventaja con respecto al esloveno, pues tendrá el apoyo del actual campeón del mundo de contrarreloj Tobias Foss y de Rohan Dennis, dos veces campeón del mundo en la lucha contra el crono y un excelente rodador. También estará bien cubierto en otros aspectos con Nathan van Hooydonck, Christophe Laporte o Steven Kruijswijk.
El UAE Team Emirates tiene una alineación significativamente más débil para la contrarreloj por equipos, siendo el propio Pogačar, posiblemente, el mejor contrarrelojista entre ellos. Sin embargo, hay que señalar un pequeño detalle que se ha incluido en la París-Niza de este año. En lugar de tomar el tiempo del cuarto corredor que cruza la línea, el formato habitual en esta disciplina, en esta ocasión será el primer corredor. Ese elemento varía la manera de afrontar la contrarreloj, pues los equipos pueden sacrificar a un mayor número de corredores al principio, y luego preparar a su corredor más rápido para esprintar hasta la línea de meta, lo que puede favorecer a Pogačar. En montaña, Rafał Majka y Domen Novak asumirán la responsabilidad, mientras que Matteo Trentin y Tim Wellens serán los activos para las etapas más llanas.
Más allá de actores secundarios como Ethan Hayter y Daniel Felipe Martínez (INEOS Grenadiers), Romain Bardet (Team DSM), Simon Yates (Team Jayco-AlUla) o David Gaudu (Groupama-FDJ), la París-Niza 2023 será una clara batalla mano a mano entre Vingegaard y Pogačar. La última vez que los ganadores de las dos últimas ediciones del Tour de Francia coincidieron en la París-Niza fue en 1990, con Greg Lemond y Pedro Delgado. En aquella ocasión, el ganador no fue ninguno de ellos, sino un ciclista que acabaría dominando la ronda gala durante cinco años seguidos: Miguel Indurain.
Tres décadas después, la “Carrera hacia el Sol” vuelve a reunir a los dos grandes aspirantes al maillot amarillo en París. Ocho etapas camino de la costa azul francesa que retratan un nuevo capítulo de una rivalidad que apunta a convertirse en una leyenda en el futuro.
